domingo, 4 de diciembre de 2011

El ara sextiana de Calpurnio Pisón


El gobernador de la provincia Tarraconense, en el año 9 de nuestra era, mandó grabar el ara que hoy se conoce con su nombre (aunque el mismo ha sido borrado de la misma) en honor del primer emperador romano, Augusto, al haber vencido a los últimos ástures que se resistían a la dominación romana.

Hoy sabemos que otros grupos gentilicios permanecieron al margen de las autoridades romanas en los encajados valles cántabros y pirenaicos, pero lo cierto es que Roma dio por concluida la dominación de Hispania por aquellas fechas. Calpurnio caería luego en desgracia, pues descubierto en una conspiración, se mandó que su nombre fuese borrado del ara que él mismo había dedicado. 

Es una extraordinaria pieza epigráfica que se conserva en el museo de Oviedo (Tabularium Artis Asturiensis) sobre mármol de 1,66 metros de longitud por 0,80 metros de alto y 0,50 metros de anchura. La pieza pasó por una serie de vicisitudes a lo largo de historia, pues fue sacada de su sitio original, llevada de un lugar a otro, apreciada o no según las circunstancias y por fin situada entre los fondos del museo citado. La inscripción es la siguiente: 
 
IMP.CAESARI.AVGVSTO.DIVI.F.COS.XIII.IMP.XX.PONT.MAX
PATR.PATRIAE.TRIB.POT.XXXIII
SACRUM

"Al emperador César Augusto, hijo del Divino [César] tres veces cónsul, emperador con veinte salutaciones imperiales, pontífice máximo, padre de la patria, treinta veces investido con la potestad tribunicia (Cneo Calpurnio Pisón, hijo de Cneo, legado propretor) consagró este monumento".

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