miércoles, 9 de mayo de 2012

La batalla de San Romano

La parte del tríptico que se encuentra en la National Gallery, Londres.
La parte del tríptico que se encuentra en la Galería de los Uffizi, Florencia
La parte del tríptico que se encuentra en el Museo del Louvre, París.
La obra de Paollo Ucello más conocida está realizada con la técnica del temple al huevo sobre tabla (la parte del tríptico que se encuentra en el Louvre mide 180 por 316 cm., lo que da idea de la monumentalidad de la obra).

En cada una de las partes del tríptico se representan tres momentos de la batalla, que tuvo lugar antes de 1435, pues en éste año ya había muerto uno de los caudillos, Micheletto da Cotignola. Ucello pintó la obra entre 1456 y 1460, por lo tanto con bastante posterioridad a los hechos, y debió de quedar en la memoria de florentinos y sieneses aquel hecho de armas, que fue favorable a aquellos comandados por el citado Cotignola. 

San Romano se encuentra cerca de la ciudad de Lucca y la obra fue un encargo en el que Ucello demostró su particular concepción del movimiento, del espacio, del color, de los escorzos y de la representación de animales, con un dibujo muy marcado. El tríptico perteneció a Lorenzo el Magnífico antes de ser dispersado en sus tres partes, que gustaria de tenerlo como recuerdo de una victoria florentina. 

En la parte de la izquierda se representa el inicio de la batalla, en la parte central el furor de la misma y en la tabla de la derecha el final. Los especialistas han visto en esta obra de Ucello la tradición medieval en la utilización de colores brillantes, que no son reales; el movimiento es un tanto "estático", como si caballos y soldados hubiesen sido sorprendidos en un gesto petrificado (pinta a los caballos desde todos los puntos de vista); también la profundidad del espacio es medieval, sin el naturalismo que conseguirán otros pintores, incluso él mismo cuando pinta arquitecturas. En cambio se muestra como un pintor renacentista en el tratamiento escultórico de los volúmenes (ver la segunda tabla), sobre todo de los caballos, en los escorzos (hay un soldado en el suelo cuyo escorzo se asemeja al "Cristo muerto" de Mantegna: ver la primera tabla, a la izquierda). Estuvo interesado en las leyes de la óptica, con fondos predominantemente oscuros para hacer resaltar las escenas de los primeros planos.

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