sábado, 10 de septiembre de 2016

"Encerrar el sol en un corral"

Paisaje de Totonicapán, Guatemala
Como en otras partes de la América hispana, también en el mundo maya se dio una resistencia más o menos violenta de los indígenas. Un caso es el de Jacinto Canek en el siglo XVIII, que se levantó en Cisteil, en el extremo norte de la península de Yucatán, en 1761 contra los abusos cometidos por la administración española. Otro es el caso de la guerra de castas de Yucatán, que se desarrolló entre 1847 y 1901 al sureste de Yucatán contra los criollos. La rebelión tzeltal se dio en 1712 que se desarrolló en Chiapas. Por lo tanto vemos que tanto en época colonial como cuando ya los territorios citados formaban parte de nuevos estados americanos. 

Una de las causas de los levantamientos indígenas eran los tributos y diezmos que habían de pagar y que consideraban abusivos, pero ya con anterioridad, según Elías Zamora (1), partirularmente a partir de 1679, se producen con cierta frecuencia alteraciones del orden, motines o verdaderas sublevaciones en las tierras altas mayas.

Por lo que respecta al siglo XVI, en una carta que el dominico Bartolomé de las Casas envió al rey de España hacia 1545, decía lo siguiente: No asombren conque los indios harán levantamientos porque es falsedad y maldad grande,... ellos son [se refiere a los conquistadores] y no los indios los que hacen alborotos y hacen levantiscos los indios. Y si se levantan no es sino huir a los montes de sus crueldades desesperados, y ellos son causa de cuantos males ha habido y hoy hay, y de todas las perdiciones de las Indias".

Unos años después, en 1669, Diego Garcés, alcalde mayor de Zapotitlán y los Suchipepéquez (en el sudoeste de la actual Guatemala) describía la situación en las tierras de su gobierno diciendo que los indios no obedecían a los jueces, trataban mal a los sacerdotes, hasta el punto de que a uno le apedrearon hasta encerrarlo en su casa, a otro le hirieron y molieron el cuerpo a palos y pedradas, lo ataron y arrastraron, contra otro salió todo el pueblo con palos y piedras. A los españoles los prendían los indios y los llevaban arrastrando hasta hacerles pedazos las ropas... Al año siguiente, el mismo alcalde escribía que entre los indios había idolatrías, hechiceros, amancebados, casados dos veces, amancebados con hijas...
Solo en el ámbito mesoamericano, según el autor citado, escluyendo de momento a los mayas de las tierras altas, hubo levantamientos entre los zapotecos en 1547 y 1550, y entre los mixes en 1570. En 1660 hubo levantamientos en varios pueblos de la región de Tehuantepec (2): Tequisistlán, Tehuantepec, Ixtepeji y Villa Alta. En el siglo XVII hubo levantamientos en la frontera norte de Mesoamérica, en Nueva Vizcaya: los acaxees (3) en 1604, los tepehuanes, acaxees y xiximíes en 1616. 

Antes, en 1547, el licenciado Maldonado, presidente de la Audiencia de Guatemala, escribía al rey que en la villa de San Miguel, de la gobernación de Guatemala, ciertos indios se habían rebelado y hecho fuertes en un peñol. Todos los vecinos en edad de combatir tuvieron que abandonar la ciudad para ir a reprimir la sublevación... La cuestión acabó con la ejecución de dieciocho indígenas. 

El movimiento tuvo claras motivaciones nativistas y revivalistas: la acción de los hombres se pretende apoyada por fuerzas sobrenaturales capaces de destruir a los españoles. Maldonado dice esto de los cabecillas del movimiento: traían engañada a la otra gente... que habían de encerrar el sol en un corral y en una casilla que arriba tenían hecha, y habían de crecer los ríos tanto que habían de ahogar todos los españoles... Y para esto sacrificaban muchos niños. 

De entre las sublevaciones ocurridas en Guatemala durante el siglo XVI, es la única -dice Elías Zamora- en la que al movimiento de reacción se unen argumentaciones de tipo revivalista. En otros lugares de las tierras altas se produjeron también alborotos de distinto tipo, pero por causa semejante, a lo largo del siglo. En Quezaltenango, un pueblo que durante los siglos XVIII y XIX daría bastantes problemas a la administración colonial, se produjeron en 1569 dos altercados en los que tomaron parte activa indígenas vecinos del pueblo capitaneados por un indio principal. El primero sucedió cuando el corregidor español impuso una derrama de cinco reales de plata a todos los indicos avecindados allí. 
La segunda alteración fue un motín en toda regla y muestra en que medida los quichés, en el centro-oeste de Guatemala- no estaban dispuestos a permanecer impasibles ante la presencia y la dominación españolas. La chispa que levantó a los indios parece menor: las autoridades eclesiásticas sustituyeron a un fraile por un sacerdote al frente de la región. Esto no fue aceptado por los indígenas, que consideraban mejor al clero regular, pero en el fondo latía un descontento que encontró en aquel episodio el motivo para el lavantamiento. (Ver aquí mismo "Estas son las gallinas que has de comer").


(1) "Resistencia maya a la colonización: levantamientos indígenas en Guatemala...".
(2) En el extremo sur de México.
(3) En la Sierra Madre occidental.


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